lunes, 16 de marzo de 2009

1a El sistema cardiovascular


LA
ACTIVIDAD FÍSICA Y EL SISTEMA CARDIOVASCULAR





Desde
un punto de vista fisiológico, cuando hablamos de un aparato o
sistema nos referimos al conjunto de órganos que cumplen,
de forma coordinada, una función del mismo orden.
Aquí
vamos a estudiar el sistema de transporte de óxigeno
como elemento fundamental en las actividades físicas, la
función de cada uno de sus partes
y las características
de la adaptación
que se plantea durante las actividades
físicas.





El
sistema cardiovascular lo componen el corazón
que impulsa la sangre y los vasos que la conducen por
todo en organismo. El corazón actua como una bomba aspirante
facilitando la entrada de la sangre, e impelente impulsándola
al organismo
.


Los
vasos son de dos tipos diferentes segun su función.





El
corazón
es un músculo estriado, hueco, con
capacidad de contracción (latido) autónoma
controlada
por un tejido nervioso especial (nodulo sinusal) situado en la
aurícula derecha que extiende sus ramificaciones por todo el
músculo. Pero también tiene una capacidad de
contracción inducida por diferentes factores como son:
aumentos de la temperatura corporal, emociones o esfuerzos,
con
el fin de adaptar rápidamente su funcionamiento a las
exigencias de las actividades que estemos realizando. El corazón
se encuentra dentro de una cubierta que le rodea, a modo se saco,
llamada pericardio que le protege, le aisla y le fija a los
elementos que le rodean.









Tiene cuatro
cavidades: dos aurículas situadas en la parte superior y
dos ventrículos situados en la parte inferior.
Cada
aurícula está comunicada con el ventrículo de su
lado
mediante válvulas. Pero ambas aurículas y
ambos ventrículos están separados
entre si por un
tabique muscular central.





Esto
determina el funcionamiento de dos bombas independientes en el
corazón
:


El
lado derecho formado por auricula y ventrículo derechos
que se comunican a través de la valvúla tricúspide.
Que recibe la sangre venosa del organismo y la envia a los
pulmones para que se oxigene





El
lado izquierdo formado por la aurícula y el ventrículo
izquierdos
que se comunican a través del válvula
mitral. Que recibe la sangre bien oxigenada que
viene de los pulmones y la envia a todo el organismo.



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Las
arterias
conducen la sangre bien oxigenada en su
camino hacia organos y músculos. Los vasos arteriales son
tubos de paredes musculares gruesas pero elásticas
para
adaptarse al.paso del émbolo de sangre que envia el corazón
. Sucesivamente se van dividiendo en arterias, arteriolas y
capilares.
La sangre arterial se reconoce por su color rojo vivo
a causa de su alto contenido en óxigeno y se representa de
color rojo.





Las
venas
conducen la sangre poco oxigenada en su
recorrido de regreso hacia el corazón. Las venas son tubos que
recogen la sangre para conducirla hacia el corazón. Sus
paredes son menos gruesas que las de las arterias. Tienen válvulas
internas para evitar el retroceso de la sangre
, de ese modo, cada
vena una vez llena, vacia su contenido en la siguiente. Se forman
por la agrupación de capilares formando vénulas y
venas
hasta llegar al corazón. La sangre venosa presenta
un color rojo oscuro debido a su escasa oxigenación y se
representa en color azul.

















La
existencia de recorridos independientes de la sangre da lugar a dos
circuitos diferentes con funciones distintas: la circulación
menor y la circulación mayor





La
circulación menor
comienza con el paso de la sangre
venosa que llega a la aurícula derecha mediante la vena cava,
pasa a través de de la válvula tricúspide al
ventriculo derecho que la impulsa hacia la arteria pulmonar que se
divide en dos para llevar la sangre a los pulmones donde cederá
el CO2 y recogerá O2 para regresar al
corazón a través de las venas pulmonares que desembocan
en la aurícula izquierda.


Como se ve la función
de este circuito menor es hacer llegar la sangre a los pulmones para
que se oxigene y volver a conducirla al corazón.





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La
circulación mayor
comienza con la llegada de la sangre
de los pulmones a la


aurícula
izquierda, pasa a través de la válvula mitral al
ventrículo izquierdo desde donde sale impulsada por la arteria
aorta hacia todo el organismo.


La función de
este circuito mayor es llevar la sangre oxigenada por todo el
organismo y recoger la sangre poco oxigenada para conducirla hacia el
corazón.





A
la salida de la sangre oxigenada impulsada por el ventrículo
izquierdo una pequeña parte de dirige a través de las
arterias coronarias a alimentar el propio músculo cardíaco.
Las coronarias son arterias y venas que están situadas en
el propio corazón para conducir la sangre que le aprovisiona
de óxigeno y nutrientes.





El
corazón tiene dos movimientos: se llama Sístole el
de contracción
y Diástole el de relajación.
El Sístole producen un movimiento de retorcimiento del
músculo que da lugar al vaciado de las cavidades
y la
relajación del Diástole produce el llenado de las
cavidades originando la circulación de la sangre.
Dichos
movimientos de contracción y relajación se dan en tres
fases:





Sístole
auricular
contrae las aurículas para que la sangre
pase a los ventrículos.


Sístole
ventricular
contrae los ventrículos para que la sangre
salga impulsada.


Diástole
general
que permite que las cavidades se vuelvan a llenar de
sangre.





Las
contracciones y relajaciones cardíacas están originadas
por un impulso eléctrico que se extiende como una red por todo
el músculo y se llama Sistema Cardíaco de
Conducción
que a pesar de ser autónomo puede ser
influido por el sistema nervioso. Por eso cuando estamos sometidos a
tensiones o emociones repentinas
el corazón acelera su
ritmo aunque nos encontremos en reposo. El corazón de las
personas late en reposo a una velocidad de 1/8 de segundo por latido;
unos 80 latidos por minuto. No obstante se encuentra dentro de lo
normal un ritmo entre 50 y 100 latidos por minuto en reposo.












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La
capacidad de elasticidad del tejido arterial nos permite percibir a
través de la piel el paso del torrente sanguíneo
enviado por el corazón en cada latido. Este es el efecto
del pulso cardíaco
y, en la actividad física, lo
utilizamos para contar las pulsaciones que tenemos en cada momento.
El procedimiento que se emplea consiste en presionar ligeramente con
los dedos cualquier arteria que tenga un recorrido superficial, a su
paso por un canal o estrechamiento. Normalmente lo hacemos en la
muñeca, en la cara interna del brazo por encima del codo, en
el lateral
del cuello bajo la mandíbula
o, simplemente, aplicando el oido al pecho del compañero.





La
Frecuencia Cardíaca
. Entendemos por Frecuencia
Cardíaca, (F/C) el número de latidos del corazón
en 1 minuto.
Esto nos sirve para comprobar la intensidad de un
ejercicio ya que existe una relación directamente proporcional
entre entre la F/C y el esfuerzo que nos exige la tarea que estemos
realizando. Este incremento de la F/C que acompaña al
aumento de la intensidad de una tarea tiene un límite máximo
que llamamos Frecuencia Cardíaca Máxima (FCM)
y se
establece según la siguiente fórmula:






FCM = 220 – Edad del sujeto expresada en años.





Una
vez establecida la FCM de una persona es posible calcular la
intensidad del trabajo que le suponga un Estímulo de
Entrenamiento (EE) suficiente para provocar adaptaciones beneficiosas
de su sistema cardiovascular, con respecto al esfuerzo físico.
El Estímulo de Entrenamiento se calcula mediante la siguiente
fórmula:





EE = (FCM – FCR). X% + FCR






Siendo: EE = Estímulo
de Entrenamiento



FCM = Frecuencia Cardíaca Máxima



FCR = Frecuencia Cardíaca en Reposo





Según
esto una persona de 30 años que tuviera una FCR de 65 p/m y
quisiera entrenar ligeramente, al 60% de su capacidad debería
entrenar a una intensidad de 140 p/m, unas 4 ó 5 veces por
semana, durante 15 a 20 minutos cada día y mantenerse
entrenando durante 8 ó 10 semanas, para que sea posible
comprobar efectos beneficiosos del entrenamiento a nivel
cardiovascular.





Ejemplos:


a)
Calcular la FCM de unas personas de 13 años, 25 años,
60 años.
































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b)
Calcular el EE al 70% para las mismas personas con una FCR de 85
p/m,70 p/m y


60
p/m respectivamente.

















































Los
efectos beneficiosos que se producen en el funcionamiento del sistema
cardiovascular con el entrenamiento se pueden comprobar en reposo o
en situaciòn de entrenamiento:





Beneficios
en reposo:






  • Mayor
    volumen cardíaco por aumento de la cavidad interna del
    corazón.


  • Mayor
    elasticidad y fuerza de los músculos de las paredes del
    corazón.


  • Disminución
    de las pulsaciones en reposo por mayor eficacia de la función
    de impulsión de la sangre.


  • Aumento
    del volumen de sangre en el sistema mejorando el aporte de óxigeno
    y nutrientes.


  • En
    general cuanto menor sea la F/C se dará una mayor eficacia en
    el funcionamiento del corazón. Siempre que no haya
    enfermedades.






Beneficios
durante el ejercicio
:






  • Aumenta
    el volumen sanguíneo con más cantidad de hemoglobina
    para transportar óxigeno.


  • Aumento
    y perfeccionamiento del funcionamiento de los capilares con mejor
    irrigación sanguínea en los músculos y órganos.


  • Efecto
    de masaje de los vasos venosos que favorece la circulación de
    retorno.


  • Un
    corazón bien entrenado aumenta con mayor lentitud su F/C
    durante el ejercicio alcanzando menor número de pulsaciones
    para un trabajo dado.


  • Igualmente
    un corazón bien entrenado puede alcanzar cotas más
    altas de F/C respondiendo más satisfactoriamente a esfuerzos
    más intensos.


  • Del
    mismo modo un corazón bien entrenado retorna más
    rápidamente a los niveles de reposo una vez terminado el
    ejercicio. Una mejor capacidad de recuperación permite
    aumentar las cargas de trabajo.
















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